Fuente: Infotechnology
La sanción de la Ley de Identidad de Género en 2012 fue un hito y significó que las personas trans pudieran acceder a derechos básicos como contar con su identidad autopercibida en el documento. Pero en lo que refiere al acceso al trabajo formal, sobre todo en el ámbito privado, la gran mayoría todavía queda excluida. Las estadísticas de Red Lactrans y Unesco dicen que en Latinoamérica y el Caribe la expectativa de vida de una mujer trans oscila entre los 35 y 41 años, que el 77% de las personas trans son expulsadas de sus hogares durante la infancia y que el 90% ejerce el trabajo sexual como único medio de supervivencia.
En septiembre 2020, el Gobierno nacional publicó el decreto 721/2020, que estableció el 1% de representación trans, travesti y transgénero en el sector público nacional. Este hecho implicó un gran avance y permitió a muchas personas del colectivo trans conseguir trabajo en el Estado. Sin embargo, se reclama por una Ley de Cupo Laboral trans nacional más integral que incorpore también al sector privado y alianzas con el sector educativo. Esta ley podría tratarse en 2021.
"Hay un desafío enorme que no acaba en la mera incorporación de personas trans dentro de las empresas que muchas organizaciones están impulsando. Si bien, esta tendencia está siendo parte del interés de un gran número de empresas, todavía no es una cuestión masiva porque hay muchos miedos y tabúes respecto a las personas trans. Aún tenemos una gran cantidad de prejuicios culturales que superar", dice Cintia González Oviedo, fundadora y CEO de Bridge The Gap, consultora que se dedica a la innovación, diversidad, igualdad , comunicaciones y liderazgos inclusivos.
CAPACITAR PARA DERRIBAR PREJUICIOS
"Contratá trans" surgió en 2018 cuando la ONG Impacto Digital, que se dedica a buscar problemáticas sociales y llevar soluciones a través de la tecnología, comenzó a trabajar el acceso laboral del colectivo trans y crearon una plataforma para que pudieran dejar sus CV. "A su vez, detectamos barreras en las empresas, en la mayoría por desconocimiento y entonces decidimos enfocarnos en trabajar con las empresas para cambiar la estructura expulsiva que tienen mediante talleres", explica Maryanne Lettieri, líder del proyecto. Actualmente, hay casi 600 perfiles subidos a la plataforma. En 2020, a pesar de la pandemia lograron 20 contrataciones y en lo que va del 2021 lograron tres. Los rubros que más contrataciones realizaron son el tecnológico, el financiero y call centers.
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Una de las barreras más comunes en el inicio del programa era que se lanzaban las búsquedas pero nadie se presentaba. "Les han roto el CV en la cara, les preguntan sobre su vida privada, cuestiones íntimas y esas situaciones van haciendo que aunque surja una empresa con buenas intenciones, ya no les motiva aplicar", señala Lettieri. En cuanto a las empresas, Lettieri subraya que la principal barrera es la ignorancia. "Sigue existiendo el desconocimiento a nivel general en el sector privado. Hay muchos mitos y prejuicios que hay que desterrar", explica.
Enfocarte, agencia y productora de expertos en comunicación, marketing, diseño y producción, es una de las empresas que se contactó con Contratá Trans. "Hace un par de años hicimos un cambio cultural muy importante y empezamos a trabajar en diversidad. Conocimos Contratá Trans y descubrimos mucho que no conocíamos y que no estábamos haciendo un aporte rico por desconocimiento y también por prejuicios", relata Facundo Santana, director de la agencia.
"Les han roto el CV en la cara, les preguntan sobre su vida privada, cuestiones íntimas y esas situaciones van haciendo que aunque surja una empresa con buenas intenciones, ya no les motiva aplicar"
"Si bien muchas personas del colectivo trans no tuvieron acceso a educación formal, nos dimos cuenta que muchas veces ese dato funciona como prejuicio porque encontramos muchos perfiles interesantes", relata. Para Santana, resulta fundamental trabajar la cultura interna de la empresa y capacitar a los equipos. "No basta solo con decir que somos diversos sino que hace falta salir a la búsqueda de esa diversidad", agrega. Hoy en Enfocarte son dos las personas trans que trabajan de forma freelance y apuntan a que ese número crezca.
CREAR ESPACIOS DE TRABAJO SEGUROS
Trans IT es una empresa que brinda servicios tecnológicos que surgió a mediados del 2018. "Somos una empresa de impacto social. Contratamos personas del colectivo TTT (travesti, trans y transgénero) en la Argentina, y luego de hacer un entrenamiento pago riguroso las sumamos al equipo de trabajo, ofreciéndoles un trabajo formal, fijo y en espacio cómodo de oficina", relata Daniel Coletti, fundador de Trans IT que ya cuenta con siete personas trabajando y planea sumar dos más en abril. "Las empresas tienden ser expulsivas de personas del colectivo porque son parte de una sociedad transfóbica. El 70% de las personas trans que acceden a una entrevista no pasan a la segunda", agrega.
Surgida en plena pandemia, ALT es una cooperativa de tecnología especializada en el desarrollo de soluciones web y conformada mayoritariamente por personas trans. "Soy desarrolladora web full stack y hacia finales 2019 me pasó necesitar estar en un espacio seguro donde desarrollarme", relata Josefina Cáceres. "Yo ya tenía trabajo, porque una vez que tenés experiencia y capacitación en el área lo que pasa es que el sector tecnológico es un sector de pleno empleo, pero al mismo tiempo es un sector dominado por masculinidades cis heterosexuales y por eso es bastante expulsivo a otras identidades de género. Sentí la necesidad de rodearme de pares, nos empezamos a unir por el interés de trabajar en sistemas y eso nos llevó a nuclearnos y armar la cooperativa", relata Cáceres. Hoy se encuentran realizando los trámites de inscripción y ya son 10 personas las que forman parte de la cooperativa.
Para Cáceres el sector tecnológico es un sector que rechaza "la otredad" pero que a la vez tiene una demanda de personal insatisfecha y eso obliga a las empresas a expandir su radio de búsqueda en personas que antes no hubiesen contratado. "El sector tecnológico es un sector estratégico y si bien vemos en las cifras lo importante que se volvió la tecnología en pandemia, lo cierto es que solo el 5% de las aplicaciones fueron hechas por identidades que no son hombres", explica Cáceres.
"Si bien hay muchas empresas de tecnología que tienen iniciativas propias de inclusión, debe ser una acción generalizada para lograr un impacto"
Trabajando para cerrar la brecha entre la comunidad trans y la formación tecnológica está Transistemas, una organización social integrada por personas del colectivo LGTBI+ que trabaja en pos de la inserción laboral de personas trans y no binarias en empleos formales del área de sistemas realizando cursos y capacitaciones gratuitas. "Si bien hay muchas empresas de tecnología que tienen iniciativas propias de inclusión, debe ser una acción generalizada para lograr un impacto", explican. "Es muy importante que haya una ley de cupo trans que nos ampare y permita tener una vida digna", concluyen.
CUIDADOS Y EL FUTURO
Algo que sucedió en el último tiempo -cuenta González Oviedo, de Bridge The Gap-, fue que hubo empresas que publicaron fotos en sus redes aduciendo que contrataron personas trans, y con el agregado de "somos una empresa inclusiva y diversa".
"Es importante que en primer lugar las personas acuerden que se publique sobre ellas, sin embargo, muchas de estas personas se sintieron obligadas o con una sensación rara de "ser el símbolo de la inclusión". Con esto quiero decir, tengamos cuidado de no hacer de las personas trans, la bandera de la inclusión porque en muchos posteos se hizo uso de este recurso como una estrategia para mostrarse como empresa diversa en las redes, solamente por contratar a una o dos personas trans", agrega.
"El camino hacia la verdadera inclusión es mucho más complejo que la contratación porque requiere generar nuevas competencias, capacidades y una sensibilización que implique que estas personas realmente se sientan incluidas. Muchas empresas (la mayoría) sostienen que 'aún no están listas' para recibir personas trans. Otras están trabajando en la incorporación pero sin una adaptación de sus procesos y cultura. Es fundamental en este sentido articular con organizaciones especializadas en el colectivo", cierra González Ovied.