Quienes exportan servicios profesionales y reciben la transferencia en una cuenta local, pierden por la amplia brecha cambiaria

Todo monotributista o trabajador independiente que exporta sus bienes o servicios lo sabe: si se quiere cobrar en la Argentina inevitablemente verá cómo esos dólares que cobró se transforman en pesos argentinos, y a precio oficinal.Como si el hechizo del hada madrina se hubiese terminado mágicamente, ese negocio que prometía ganancias ya no es tan rentable, porque a esto se suma la comisión de los bancos por el servicio.

Hasta antes de la pandemia no era raro que algunos se "tomaran un fin de semana de relax en Uruguay" cada dos o tres meses y volvieran contentos con sus ahorros. Sin embargo, ahora, con las fronteras cerradas, esto se cortó, por lo menos para quienes necesitan usar el dinero.Por el momento, las opciones disponibles son recibir el cobro a nivel local con la liquidación de divisas mediante, cobrar en una cuenta bancaria del exterior en dólares o bien mediante criptomonedas, alojando los ingresos en una billetera virtual.

En este sentido, si se recibe un depósito en una cuenta en el exterior habrá una recepción directa de dólares, mientras que si se realiza un cobro vía criptodivisas es necesario pasar por un exchange para poder liquidar las mismas en la moneda de destino final.

Sin embargo, Torchia advierte que "es fundamental destacar que estas modalidades alternativas no se encuentran adecuadas al marco normativo vigente en materia cambiaria, siempre que se trate de residentes locales. Por eso, en caso de avanzar por alguna de ellas es necesario contar con asesoramiento profesional en materia fiscal y de comercio exterior en pos de dimensionar posibles contingencias, sobre todo si se tratase de circuitos voluminosos y recurrentes".También existe la opción de cobrar por plataformas como Paypal, pero cuando el dinero se quiere ingresar al sistema bancario argentino es imposible evadir la pesificación. 

 

 

En cambio, si la remuneración llega en forma de criptomonedas, hay que tener en cuenta que son mucho más volátiles.

 

En este punto hay que saber que hay criptoactivos que son más riesgosos que otros. Entre los primeros están el Bitcoin y el Ethereum. Es cierto que son volátiles, pero eso también implica mayor ganancia cuando suben.

 

En cambio, las monedas estables tienen paridad 1:1 con el dólar estadounidense: "Son una alternativa conservadora en el ecosistema, y tiene otra serie de beneficios. Entre ellos: como opción de ahorro en dólares sin límite (en el caso argentino), pago de servicios internacionales que acepten criptomonedas, envío y recepción de divisas desde otros países a menor costo y mayor velocidad que una transferencia bancaria internacional", explica Ignacio Giménez, Growth Marketing en Lemon Cash.