Fuente: Forbes Argentina
La generación Z, es decir, los jóvenes de entre 18 y 24 años es la más afectada profesionalmente por el impacto económico de la pandemia de Covid-19, de acuerdo a los resultados de un estudio elaborado por ADP ResearchInstitute,People at Work 2021: A Global Workforce View.
La encuesta, realizada a más de 32.000 trabajadores de 17 países, reveló que casi cuatro de cada cinco jóvenes de 18 a 24 años (78%) afirmaron que su vida profesional se había visto afectada, frente al 64% de los trabajadores de todas las edades que afirmaron lo mismo en su conjunto.
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El 39% declaró haber perdido el empleo, haber sido despedido o haber sufrido un despido temporal por parte de su empresa, mientras que el 28% de los trabajadores de todas las edades dijo lo mismo. De hecho, la generación Z duplicó las probabilidades de experimentar estos impactos en comparación con sus colegas de mayor edad.
En la Argentina, más del 48% de los jóvenes afirma que ha debido asumir responsabilidades adicionales en su trabajo, mientras que casi el 28% de los jóvenes reconoce haber perdido su empleo o encontrarse con despido temporal de la misma empresa a causa de la pandemia.
Gen Z, la más propensa a perder su trabajo
El optimismo entre la generación Z sobre los próximos cinco años en el lugar de trabajo bajó sustancialmente desde que se produjo la pandemia, con un 83% de optimismo ahora, frente al 93% de hace un año, un descenso mucho mayor que el de cualquier otra generación.
El informe explora si los efectos de la pandemia repercutieron en las actitudes de los empleados hacia el mundo laboral actual y lo que esperan y desean del lugar de trabajo del futuro.
Los jóvenes en la Argentina esperan en un 50% que, dentro de los próximos tres años, los cambios causados por la pandemia en el ámbito laboral tengan un impacto positivo en su vida, versus un 25,7% de quienes piensan que se vivirá un impacto negativo.
Alejandro Russo, Operations Regional Director and Country Leader para la Argentina, comenta: "La generación Z se ha enfrentado a una gran inestabilidad profesional justo al comienzo de sus carreras. Para muchos, los efectos económicos del Covid-19 han sido una prueba de fuego".
"Sin embargo, resulta alentador que, a pesar de todo, los trabajadores más jóvenes estén mostrando una verdadera capacidad de recuperación y determinación, siendo versátiles y buscando oportunidades para asentarse en una base profesional firme."
Carreras a prueba de futuro
La generación Z tuvo que ser ágil profesionalmente frente al Covid-19: El 36% cambió de función o asumió una nueva, ya que sus empleadores se vieron obligados a adaptar la forma de trabajar o las habilidades que necesitan y, en algunos casos, a reestructurar sus operaciones, en comparación con el 28% en el caso de las otras generaciones.
Además, uno de cada cinco intenta activamente preparar su trabajo para el futuro cambiando de función o de sector, mientras que solo el 15% de los trabajadores lo hace en la generalidad de los casos.
"Los trabajadores suelen definir la seguridad laboral por el alcance de su red profesional y la capacidad de aprovechar las relaciones para encontrar trabajos no lineales que puedan ampliar una carrera. Eso es lo que estamos viendo que hace la Generación Z aquí: están encontrando nuevas formas de buscar crecimiento", comparte Russo.
El estudio también reveló que los efectos profesionales de la pandemia tuvieron una importante repercusión en la vida personal de los jóvenes en cuanto a su forma de vida. La generación Z (85%) y los millennials más jóvenes (82%) son los que más probablemente cambiaron o planean hacerlo como resultado del Covid-19.
En la Argentina, el 77% de los jóvenes entre 18 y 25 años aseguran que su forma de vida ha cambiado o tienen previsto cambiarla, a causa del impacto que tuvo el Covid-19 en su vida laboral.