Fuente: iProfesional
En Latinoamérica, las criptomonedas tuvieron una adopción temprana dado que muchas personas encuentran en ellas un refugio de valor frente a la inestabilidad económica, las restricciones monetarias e, incluso, frente a la inflación que atraviesan algunos países, como la Argentina.
Y, en el último tiempo, las "stablecoins" están teniendo un alto nivel de aceptación en Argentina y en la región. La oferta limitada y la variabilidad del precio de Bitcoin y otras criptomonedas hicieron que quienes buscan alternativas más estables o recién comienzan en el mundo de las cripto opten por estas "monedas estables".
Pero, aún hay mucho desconocimiento en gran parte de la población sobre el mundo cripto y su funcionamiento y, desde ya, también sobre las stablecoins.
¿Qué son estos criptoactivos?
"Son tokens (activos digitales) anclados a un activo subyacente, que puede ser el oro o el dólar, y poseen los beneficios de la tecnología que respalda a las criptomonedas", explica en diálogo con iProfesional Leo Elduayen, co-founder de Koibanx.
A lo que Mariana Burgues Aguiar, gerente de Marketing de la empresa, agrega que, "justamente, las llaman estables porque su precio no varía tanto como el de Bitcoin, cuyo valor se lo da la oferta y la demanda". Señala, así que los rendimientos de una inversión en moneda estable van a estar ligado a los tokens anclados a ella, sea este un criptoactivo o cualquier otro tipo de bien.
En ese sentido Carlos Paul, Head Human Resource de Bitcofy, destaca que "las stablecoins funcionan muy bien porque reducen la volatilidad de las criptomonedas tradicionales" y le dan al inversor que no quiere correr un alto riesgo mucha seguridad. Además, menciona que tienen un proceso de conversión muy fácil a una moneda fiduciaria fuerte, como es el dólar.
Asimismo, Manuel Bueadroit, co-founder y CEO de la billetera crypto Belo, señala que "poder comprar una moneda estable que genera una tasa anual con sólo tenerla en la wallet es una ventaja significativa contra guardar dólares debajo del colchón".
Asimismo, resalta que tener un activo que se puede mover desde un lado para el otro libremente es una ventaja enorme y agrega que "otro elemento que las hace interesantes es que se pueden utilizar para la ejecución de smart-contrats (contratos inteligentes), lo que les da un nivel de programabilidad muy grande".
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¿Qué tipo de stablecoins existen?
A la hora de elegir en cuál invertir, Paul opina que "es difícil decir cuál es la mejor porque hay una para cada proyecto". Detalla que hay dos grandes tipos de stablecoins:
1. Las colateralizadas por un activo físico, como el Dai, que cotiza contra una canasta de monedas de proyectos Defi, que asimila el valor del dólar, pero no tiene un respaldo físico. Están respaldadas por activos criptográficos, en lugar de dinero fiduciario. Están descentralizadas, por lo que cumplen con los principios de las criptomonedas, y tienen blockchains públicos, por lo que las transacciones son transparentes.
2. Las que no están colateralizadas, como el USDT (creada por Tether), que mantiene una paridad 1 a 1 con el dólar, USBC, que le pelea el lugar de la más popular. Las stablecoins con garantía fiduciaria están respaldadas por monedas fiat. Entonces, por cada moneda estable con garantía fiduciaria emitida, se mantiene en un custorio una unidad del activo fiduciario fijo, que puede ser US$1. Esto significa que se puede cambiar por su equivalente en efectivo sin problemas y sin gastar mucho dinero.
Beaudroit explica que las perspectivas de cada una tienen que ver con el grado de aceptación y el volumen que logran alcanzar. "Hay proyectos muy interesantes pero que aún tienen una liquidez muy baja", aclara. En este sentido, señala que el desafío está en lograr que esos proyectos tengan cada vez más liquidez y popularidad para que tengan mayor aceptación.
En la actualidad, Tether y USBC son de las que tienen más volumen y están muy peleadas entre ambas y Paul confiesa que su preferida es Dai, "sobre todo porque presenta una rentabilidad en dólares garantizada muy buena" y considera que es una de las que tiene mejores fundamentos.
"En los últimos dos años, Dai y otros "criptodólares" han estado ganando terreno en América Latina, especialmente en Colombia, Venezuela, Brasil y Argentina", resalta.
Y explica que esto tiene su fundamento en que, frente a las medidas implementadas por el Gobierno en el último tiempo respecto de las prohibiciones para adquirir dólares, quienes descubren Dai lo ven como la alternativa ideal a la hora de hacerse de divisas destinadas para el ahorro.
"Este dólar digital es una de las herramientas más atractivas que tenemos en la región", agrega Burgues Aguiar. Además, señala que, si bien las stablecoins no son habitualmente utilizadas como dinero de cambio, las personas las almacenan y luego las convierten a moneda local cuando lo necesitan.
Impulsoras del mundo cripto
No obstante, más allá de las preferencias personales, Paul destaca que un elemento importante de las stablecoins es que su existencia amplió a más usuarios el acercamiento a la tecnología ya que les ofrecieron a las personas con un perfil más conservador inversiones que, quizás, dan menor rentabilidad, pero que tienen menos riesgo.
Una característica que las hace muy atractivas, también es que, con solo tenerla en la billetera, ya dan rentabilidad. "Esta modalidad se llama proof of stake, mientras que bitcoin trabaja con proof of work", aclara Paul.
Por este motivo, no requieren una gran capacidad de procesamiento, a diferencia de Bitcoin, por ejemplo. Esto las hace amigables con el medioambiente porque consumen menos recursos.
Todos estos elementos están haciendo que las personas en el mundo entero miren cada vez más a este tipo de activos con interés de inversión.